Todos somos necesarios



Dicen por allí que "todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible", y aunque de algún modo eso sea cierto, hoy queremos entender la frase desde la otra perspectiva, así que vamos a pensar que "aunque nadie es imprescindible, todos somos necesarios". Y ya vemos, de verdad, cambia todo el sentido.

Es bien sabido que cuando una cambia una expresión puede darle un sentido diferente a lo que trata de decir. La frase que hemos cambiado denota algo interesante y es muy bueno reflexionar en algunos detalles.

Por ejemplo, pensemos en el campo de los estudios. Cada salón de clases necesita de estudiantes y maestros, así que son necesarios. No son imprescindibles porque si falta algún alumno, eso no significa que la clase no se realizará, o si falta quien dirija, no significa que será así todo el año. Pero son necesarios porque el alumno sin alguien que lo guíe no aprovechará ese tiempo de una manera oportuna.

Pensemos en el campo laboral. Es cierto que una empresa seguirá adelante si por alguna razón uno de sus colaboradores debe dejar su puesto de trabajo. De nuevo, nada es imprescindible, pero es bueno tomar en cuenta que esa persona si es muy necesaria. No cualquiera puede realizar su trabajo de la misma manera. Es cierto que hay personas que hacen ciertas cosas mejor que alguien anterior, pero siempre existirá un detalle que no podrá suplir absolutamente nadie.

Y en el resto de la vida también es igual. Todos somos necesarios, porque cuando un familiar está mal, todos podemos ayudar. Todos somos necesarios, porque cuando le ocurre algo a un amigo, queremos estar listos para ayudarlo. Todos somos necesarios, porque si todos aportamos a que existan menos problemas o contaminación, lograremos tener un mañana mejor.

En realidad todos somos necesarios, todos podemos sumar, y lo mejor es que podemos contar contigo.

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