Tu madre, no es tu enemiga




 Ella no es la persona que se interpone en tu camino, aunque a veces pueda sentirse así. 

Sus palabras pueden sonar duras, frustrantes o confusas, pero detrás de cada consejo, cada advertencia y cada silencio, su corazón siempre está en el lugar correcto. 

Es la que se desvela cuando estás inquieto, la que se preocupa en silencio por tus decisiones. 

La que ora por tu seguridad, tu felicidad y tu futuro incluso cuando no lo notas. 

La que permanece a tu lado en las tormentas, los errores y los triunfos, a veces invisible, a veces poco apreciada, pero siempre fiel.


No busca controlarte, busca protegerte. 

Cada límite que pone, cada advertencia que da nace de un amor que conoce el dolor y quiere evitarte el mismo camino. 


Sí puede fallar, puede tropezar, puede no expresarse perfecto....... Pero es la única mujer cuyo amor es incondicional, cuya prioridad es tu bienestar y cuyo sacrificios se hacen sin esperar nada a cambio. 


Recuerda: sus imperfecciones no borran su amor. 

Sus palabras severas no eliminan su cuidado. Ella es tu primer amor, porque antes que nacieras ya te amó, tu guardiana constante, el motor que cada día das fuerza para seguir adelante, de formas que nadie más podría imaginarse.

Publicar un comentario

0 Comentarios